Los astronautas chinos encendieron un fuego en gravedad cero
En la estación espacial Tiangong ocurrió un evento extraordinario: los miembros de la tripulación encendieron una cerilla y de ella una vela. Esto se hizo con fines de divulgación científica, para demostrar el comportamiento de las llamas en gravedad cero. Como el aire caliente no asciende a ninguna parte, la llama, en lugar de su característica forma alargada, “fluye alrededor” de la fuente de fuego en forma de esfera.
El experimento llamó la atención por el hecho de que está estrictamente prohibido abrir fuego en el espacio; además, no es tan fácil llegar allí. En primer lugar, un incendio en un espacio confinado equivale a la destrucción de toda la estación espacial. En segundo lugar, la llama quema el oxígeno del aire, haciéndolo irrespirable. Por lo tanto, todas las agencias espaciales de diferentes países prohíben categóricamente encender fuego en cualquier forma.
Presumiblemente, los desarrolladores chinos de la estación espacial proporcionaron métodos de protección contra incendios y los taikonautas sabían los riesgos que corrían. Y se llevaron especialmente materiales que podían prender fuego. Es posible que el experimento fuera parte de un estudio más amplio sobre el control de las llamas en gravedad cero. La NASA llevó a cabo experimentos similares, pero sólo a bordo de vehículos automáticos no tripulados, y en 1997, el sistema de regeneración de oxígeno se encendió espontáneamente en la estación rusa Mir.