Los escaladores ensucian el Everest con microbios extremadamente resistentes

La ciencia mundial se enfrenta a un fenómeno desagradable: el hecho es que las bacterias que viven en el cuerpo humano se adaptan fácilmente a las condiciones más extremas. Por ejemplo, sientan muy bien en la cima del Everest, donde casi siempre reinan las temperaturas bajo cero, la radiación solar potente y los vientos fuertes. Tales condiciones deberían matar cualquier vida, pero los científicos estadounidenses han encontrado aquí una cantidad sorprendente de bacterias prósperas.

El análisis genético ha demostrado que los Staphylococcus y Streptococcus que se encuentran en el Everest provienen del cuerpo humano. Las personas los traen aquí: a través de la saliva, el sudor y la tos, los microbios se eliminan del cuerpo humano y quedan afuera. Inicialmente, estas bacterias se adaptaron para vivir dentro de cuerpos humanos cálidos y húmedos, pero han dominado por completo la existencia en las frías y ventosas laderas de las montañas.

Sobre todo, la atención de los científicos no está atraída por la presencia de microbios en el Everest, sino por el hecho de que las personas los trajeron allí. Esto significa mayores riesgos al desarrollar nuevos territorios, como islas y cuevas en la Tierra o terrenos desconocidos en otros planetas. Si las bacterias sobreviven tan fácilmente en el infierno helado del Everest, podrían contaminar cualquier cosa si hubiera una sola persona allí. Me gustaría prevenir esto