Los zapatos altos no reducen, sino que aumentan la probabilidad de lesiones.

Los esguinces de tobillo son una de las lesiones más comunes entre los jugadores de baloncesto, los jugadores de fútbol y otros atletas que a menudo tienen que apoyarse en un pie o cambiar repentinamente de dirección durante un juego.

Como medida preventiva para esta lesión, se recomienda a los atletas que usen zapatos altos que brinden soporte al tobillo. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que tales zapatos son efectivos solo en ciertas situaciones, por ejemplo, cuando una persona que está de pie es empujada repentinamente desde un lado y comienza a caer.

Durante el movimiento, la situación cambia y, por el contrario, los zapatos altos aumentan el riesgo de esguinces de tobillo. Esto se debe a que los músculos en el exterior de la pantorrilla comienzan a contraerse más tarde, lo que no ejerce tanta presión sobre el tobillo con zapatos altos. Para evitar esto, es necesario que los músculos de ambos lados trabajen sincrónicamente.

La única salida es elegir los zapatos adecuados, su forma debe corresponder a las tareas requeridas. Por ejemplo, las zapatillas altas son más adecuadas para actividades estáticas, mientras que las bajas son más adecuadas para deportes móviles con frecuentes paradas, saltos y cambios bruscos de dirección .

 

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