¿Podrán llegar los mensajes de la sonda Voyager a oídos de los extraterrestres?¿y si lo hiciera hipotéticamente cuales serian las consecuencias de este encuentro?
¿Podrán Llegar los mensajes de la sonda Voyager 2 a oídos de los extraterrestres? ¿y si lo hiciera hipotéticamente cuales serian las consecuencias de este encuentro?
La sonda Voyager 2 es una de las misiones espaciales más exitosas y ambiciosas de la historia. Lanzada en 1977, ha explorado cuatro planetas del sistema solar: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y ha enviado valiosa información científica sobre sus atmósferas, lunas, anillos y campos magnéticos. Además, la sonda lleva consigo un disco de oro que contiene imágenes, sonidos y mensajes de la humanidad, con la esperanza de que algún día sean recibidos por una civilización extraterrestre.
Pero ¿Qué probabilidades hay de que esto ocurra? ¿Y qué implicaciones tendría para nosotros y para ellos? Estas son algunas de las preguntas que se plantean los científicos y los aficionados a la astrobiología, el estudio de la vida en el universo.
La Voyager 2 se encuentra actualmente en el espacio interestelar, más allá de la influencia del Sol, a una distancia de unos 133 unidades astronómicas (UA), equivalentes a unos 20 mil millones de kilómetros. A esa distancia, la comunicación con la Tierra es muy difícil y lenta: una señal de radio tarda más de 18 horas en llegar. La sonda sigue enviando datos sobre el medio interestelar, pero se espera que en 2025 se agoten sus reservas de energía y quede inoperativa.
Sin embargo, eso no significa que la sonda desaparezca. Seguirá viajando por el espacio a una velocidad de unos 55 mil kilómetros por hora, y tardará unos 40 mil años en acercarse a la estrella más próxima, Ross 248, a una distancia de 1,7 años luz. Es muy improbable que en ese tiempo encuentre algún obstáculo o que sea detectada por alguna inteligencia alienígena.
Pero supongamos que, por alguna casualidad, la sonda fuera interceptada por una nave extraterrestre o llegara a un planeta habitado. ¿Qué pasaría entonces? Lo primero que habría que considerar es el nivel tecnológico y cultural de los receptores. ¿Serían capaces de entender el propósito y el origen de la sonda? ¿Podrían descifrar los símbolos y los contenidos del disco de oro? ¿Qué pensarían de nosotros al ver nuestras imágenes y escuchar nuestros sonidos?
No hay una respuesta única a estos cuestionamientos, ya que dependería mucho de la naturaleza y la historia de los extraterrestres. Tal vez se sentirían fascinados por el hallazgo y tratarían de establecer contacto con nosotros. Tal vez se mostrarían indiferentes o desconfiados y lo ignorarían o simplemente lo destruirían. Tal vez se sentirían curiosos y decidirían visitarnos o invadirnos.
En cualquier caso, las consecuencias para nosotros serían enormes. Si recibimos una señal o una visita de los extraterrestres, tendríamos que enfrentarnos al hecho de que no estamos solos en el universo, y eso tendría implicaciones filosóficas, religiosas, sociales y políticas. ¿Cómo reaccionaríamos ante una civilización diferente a la nuestra? ¿Qué podríamos aprender de ellos? ¿Qué podríamos enseñarles? ¿Cómo podríamos comunicarnos y cooperar con ellos?
Estas son algunas de las preguntas que nos plantea la sonda Voyager 2, un legado de nuestra curiosidad y nuestra exploración espacial. Quizás nunca sepamos si nuestros mensajes llegarán a oídos de los extraterrestres, pero mientras tanto podemos seguir soñando con las posibilidades.
Mario Silva -Misterio Desconocido
