Un ingeniero entusiasta ha creado un exoesqueleto para serpientes para que puedan caminar sobre sus propias piernas.
Cuando la serpiente está en estado de embrión, se forman los rudimentos de las patas durante un breve período, que luego desaparecen.
Este es un factor rudimentario, un rastro de desarrollo evolutivo, pero un entusiasta llamado Allen Pan sintió que esto era muy ofensivo e injusto para las serpientes de la naturaleza. Por lo tanto, se comprometió a corregir este malentendido e hizo un exoesqueleto con patas, que le permite a la serpiente caminar, no gatear.
El diseño, según el propio Peng, es lo más primitivo posible: es un tubo con dos juegos de manipuladores y motores eléctricos de baja potencia para impulsarlos. Todas las piezas están impresas en una impresora 3D, no hay sensores, la velocidad de movimiento es extremadamente baja. La palabra “exoesqueleto” suena un poco fuerte, pero este dispositivo realmente abre una nueva forma para que las serpientes se muevan.
La principal desventaja es que un reptil dentro de un exoesqueleto de este tipo no puede controlarlo, no se proporcionan dispositivos para esto. En esencia, la serpiente es una pasajera dentro de una extraña máquina que no le proporciona ninguna ventaja. Pero Allen Pan está complacido: según él, logró restaurar la justicia y devolver las extremidades perdidas a las serpientes en la antigüedad.