¡Revolución Cósmica! Descubrimiento Impactante: La Luna es 40 millones de años más antigua de lo que pensábamos” Analizaron antiguo cristal recolectado por el Apolo 17

La superficie de nuestro satélite natural, la Luna, se formó hace mucho más tiempo de lo que se creía hasta ahora, según una investigación reciente que ha desvelado un asombroso secreto cósmico. Un antiguo cristal, recogido por los astronautas del Apolo 17, ha arrojado luz sobre la formación de la Luna y ha reescrito la historia de nuestro vecino celestial.

Durante décadas, los científicos han consensuado la versión básica de la historia lunar: hace unos 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte llamado Theia chocó con la joven Tierra, desencadenando la formación de la Luna a partir de los restos calientes resultantes. No obstante, los detalles exactos, en particular el momento preciso de esta formación, han sido objeto de debate constante.

Un nuevo análisis, a nivel atómico, de un cristal lunar que data de hace 4.460 millones de años, ha revelado que la luna solidificó 40 millones de años más tarde de lo que se pensaba originalmente. Este estudio, publicado en la revista Geochemical Perspectives Letters, ha reajustado nuestra comprensión del proceso de formación lunar, lo que algunos científicos han comparado con mover el poste de la portería en un juego de fútbol.

Jennika Greer, cosmoquímica de la Universidad de Glasgow, que participó en el estudio, señala que “esto es un avance importante, pero no debemos considerarlo como la última palabra. La búsqueda de la verdadera edad de la Luna continúa”.

La cuestión del origen lunar, aunque podría parecer resuelta, sigue siendo un enigma fascinante. La Luna ha sido observada a través de telescopios, explorada por naves espaciales, y sus rocas han sido recolectadas y analizadas en persona. Sin embargo, a pesar de una teoría sólida, los científicos han encontrado persistentes inconsistencias, lo que ha llevado a ajustes en la narrativa a lo largo de los años.

El reexamen de muestras lunares recopiladas por los astronautas ha desempeñado un papel fundamental en la expansión de nuestro conocimiento. Según Bidong Zhang, un investigador de la Universidad de California en Los Ángeles, “ha sido un tema controvertido desde que los astronautas trajeron muestras de la Luna en la década de 1970. Las rocas del Apolo eran consistentes con una edad de 4.300 millones de años, por lo que la pregunta es: ¿por qué esta vez sería diferente?”.

Para abordar estas incertidumbres, los científicos utilizaron una técnica llamada tomografía con sonda atómica para verificar la edad del cristal lunar. Esta técnica, comúnmente usada en ciencia de materiales, permitió analizar minuciosamente el cristal, eliminando cualquier posibilidad de error debido a acumulaciones de plomo en su interior.

Romain Tartèse, profesor de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente en la Universidad de Manchester, resalta que “este nuevo estudio establece que algunos de estos cristales se formaron hace 4.460 millones de años, apenas 100 millones de años después de la formación de los primeros sólidos en el Sistema Solar”.

La comunidad científica, sin embargo, enfrenta un desafío intrigante: la edad de las rocas lunares analizadas varía en unos 100 millones de años. Este nuevo descubrimiento sugiere que el océano de magma lunar se solidificó hace 4.460 millones de años, mientras que otras rocas lunares tienen una edad de alrededor de 4.350 millones de años, lo que implica que el océano de magma pudo haber persistido durante otros 100 millones de años.

Alexander Nemchin, geoquímico de la Universidad Curtin en Australia, expresa que “esta edad probablemente es correcta”, pero también señala el dilema que enfrenta la comunidad científica que estudia las muestras lunares. La magnitud de este desafío depende de a quién se le pregunte.

El profesor Benjamin Weiss, científico planetario del Instituto Tecnológico de Massachusetts, sugiere que futuras misiones a la Luna que traigan más muestras de diferentes lugares podrían ayudar a aclarar la línea temporal de los orígenes de la Luna.

En resumen, este nuevo descubrimiento plantea un enigma intrigante en nuestra comprensión de la Luna y su formación. La ciencia lunar continúa evolucionando, desafiando nuestras ideas preconcebidas y abriendo la puerta a futuras investigaciones que arrojen luz sobre la historia cósmica de nuestro satélite natural.

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