¿Existe alguna evidencia que respalde las teorías? Exfuncionario del Pentágono comparte detalles sobre teorías de fenómenos anómalos

Sean Kirkpatrick, un renombrado físico, ha arrojado luz sobre los esfuerzos del Pentágono para investigar y entender los avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNI), ahora conocidos como Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés). Kirkpatrick, quien lideró la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios en el Pentágono hasta su partida en diciembre, fue encargado por el Congreso para explorar estos fenómenos.

Según Kirkpatrick, existen dos tipos de personas involucradas en este misterio: aquellas que tienen información legítima para compartir y aquellas que prefieren divulgarla públicamente sin acudir a las autoridades con detalles precisos. En palabras de Kirkpatrick a Scientific American, “Tuve que obtener mucha de la información que esas otras personas compartían a través de segundos y terceros, porque todo se reduce al mismo grupo de personas, ya sabes, que recirculan esta historia, y la historia ha existido durante décadas”.

El equipo de Kirkpatrick examinó tanto avistamientos recientes reportados por personal militar como registros históricos que datan desde 1945. Su objetivo era descubrir si existía algún programa gubernamental secreto relacionado con los UAP. Sin embargo, a pesar de investigaciones exhaustivas, incluido el acceso a archivos clasificados, no encontraron evidencia de tecnología o naves espaciales extraterrestres.

“Fuimos e investigamos todo lo que la gente ha señalado y no encontramos evidencia que lo respalde. Una vez más, muchas de estas cosas son I+D reales o programas reales de última generación, no extraterrestres, pero es completamente comprensible por qué alguien que no lo sabía llega a esa conclusión”, comentó Kirkpatrick.

El exfuncionario criticó la tendencia a recurrir a explicaciones extraterrestres para los objetos no identificados. Según él, el gobierno de Estados Unidos dedica significativo tiempo y esfuerzo al desarrollo de tecnología avanzada por diversas razones.

“Parte de esto se debe simplemente a que personas han observado o visto cosas o han tenido acceso a cosas que no deberían haber tenido, que no comprenden. Y sólo porque no lo entienden, parecen saltar a ‘debe ser extraterrestre'”, añadió Kirkpatrick.

En resumen, las investigaciones lideradas por Kirkpatrick sugieren que muchos de los fenómenos anómalos no identificados tienen explicaciones terrenales, relacionadas con el desarrollo tecnológico humano, más que con visitantes de otros mundos. Su trabajo destaca la importancia de abordar estos misterios con un enfoque científico riguroso y evitar caer en conjeturas extraterrestres sin evidencia sólida.

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