Arabia Saudí condena a dos administradores de Wikipedia a 40 años
Representantes de Wikipedia han dado la voz de alarma por el hecho de que dos redactores de este portal recibieron un total de 40 años de prisión por las críticas a la actuación de las autoridades saudíes. La declaración plantea ciertas preguntas, porque los mencionados Osama Khalid y Ziyad al-Sofiani fueron condenados hace dos años. Durante todo este tiempo, Wikipedia no respondió al incidente, pero el mes pasado ocurrió otro incidente: el gerente de Twitter, Ahmad Abuammo, fue arrestado, por lo que surgió una gran maraña de intrigas de Medio Oriente en las redes sociales.
Dato básico: en 2017, Arabia Saudita aprobó una ley que tipifica como delito la disidencia. Según él, no se puede criticar a los miembros de la familia real, cuestionar sus decisiones y condenar la política del reino en su conjunto. Las penas van desde los 10 años de prisión hasta la pena de muerte. Pero lo principal es diferente: para rastrear tales delitos, los saudíes contrataron especialistas en el análisis de información en las redes sociales.
Ahmad Abuammo, según informes publicados por el FBI, estaba recopilando evidencia comprometedora sobre los titulares de cuentas que criticaban a Arabia Saudita. Por lo que pagó, a Estados Unidos no le gustó la presión sobre sus agentes. Sin embargo, con Osama Khalid y Ziyad al-Sofiani, la situación es completamente opuesta, ambos administradores tenían un alto rango en la jerarquía de Wikipedia y tenían derecho a editar materiales fundamentales. Por supuesto, a favor de sus empleadores de Riyadh, pero algo salió mal.
No se siguieron aclaraciones oficiales sobre este precedente; al contrario, todas las partes niegan lo sucedido. Wikipedia niega que los administradores tengan poderes especiales, diciendo que todos son iguales y nadie tiene privilegios para editar materiales. Las acusaciones saudíes provienen de organizaciones de oposición que critican constantemente al reino. Los representantes de la cámara gobernante de las SA y los EE. UU. guardan un silencio total, lo que indirectamente confirma su participación. Las redes sociales se han convertido desde hace tiempo en un nuevo frente de confrontación entre los poderes fácticos, y donde hay lucha, siempre hay víctimas.