Las alas de polilla ayudan a crear el absorbente de sonido perfecto
Hace dos años, científicos de la Universidad de Bristol descubrieron cómo las polillas se camuflan de los murciélagos. Estos animales rastrean a sus presas con la ayuda de una ecosonda biológica, enviando y capturando señales reflejadas por insectos.
Algunas polillas pueden escuchar este sonido y evadirlo, mientras que otras han desarrollado una capa protectora que amortigua las señales de los murciélagos.
Científicos ingleses cortaron las alas de gusanos de seda chinos del roble (Antheraea pernyi) muertos y sordos para extraer escamas especiales que absorben el sonido. El estudio mostró que son capaces de absorber la energía de una onda de sonido en un 85-87%, por lo que la señal reflejada por ellos apenas se nota y el murciélago no la percibe. Los copos tienen un grosor de una quincuagésima parte de la longitud de onda que absorben, un material muy ligero, prácticamente sin peso.
Los estudios han demostrado que las escalas absorben ondas en una amplia gama de longitudes de onda y frecuencias, provenientes de una variedad de ángulos. Los experimentos se llevaron a cabo con ultrasonido, pero los científicos confían en que si pueden recrear la estructura de las escalas, podrán adaptarlas a los sonidos del oído humano. Y esto creará un revestimiento insonorizante único para locales residenciales, que no requerirá la construcción de estructuras voluminosas.