Los caminos de la antigua Roma influyen en el desarrollo de la civilización incluso después de su desaparición
Algunas de las mayores inversiones del estado son proyectos de infraestructura a gran escala, como la construcción de puentes, túneles y nuevas carreteras. Pero, ¿dónde debería ir exactamente la nueva ruta? Investigadores de la Universidad de Gotemburgo en Suecia han demostrado que para la región de Europa Occidental tal pregunta no surge en absoluto: aquí, sin saberlo, la gente ha estado construyendo carreteras a lo largo de las rutas de las carreteras desaparecidas de la Antigua Roma durante mucho tiempo. 2000 años
A pesar de que en el apogeo del poder en el Imperio Romano se construyeron 80.000 km de excelentes caminos, la mayoría de ellos no se conservaron físicamente. Es más, ya en la Edad Media de la historia europea, se hizo imposible su uso por la falta de mantenimiento adecuado. Y ciertamente los constructores de la Edad Media y épocas posteriores allanaron nuevos caminos, no centrándose en los restos de la antigua mampostería.
Sin embargo, si superponemos el mapa de carreteras de la antigua Roma en el mapa moderno de iluminación del terreno europeo por la noche, veremos una coincidencia casi completa: los centros brillantes y ricos se encuentran en la encrucijada de las rutas antiguas. Hace dos mil años, naturalmente surgieron en estos lugares apeaderos para los soldados, para los que los romanos construyeron calzadas. Luego aparecieron los bazares, las posadas, las tiendas artesanales, los asentamientos permanentes, que sirvieron a los viajeros y se convirtieron en centros de desarrollo económico, cuyos resultados vemos ahora.
La hipótesis está respaldada por el hecho de que en la región del norte de África, los romanos construyeron muchos menos caminos que conectaran una pequeña cantidad de centros comerciales. Y ya un par de siglos después del declive de la antigua Roma, las caravanas de camellos atravesaron los desiertos por rutas completamente diferentes. Debido a esto, aquí es más difícil planificar la red de carreteras, ya que las rutas convenientes entre los oasis pasan lejos de las ciudades desarrolladas.