¿No es tan diferente? Los neandertales pueden estar mucho más cerca de los humanos modernos de lo que piensas
Los hallazgos en la Gruta da Oliveira en Portugal han desafiado las antiguas concepciones sobre los neandertales, demostrando una cultura sofisticada y una historia genética compartida con los humanos modernos. Este descubrimiento ha provocado una revisión de su clasificación como una especie separada.
Aunque los neandertales han sido retratados durante mucho tiempo con rasgos primitivos, como posturas encorvadas, cejas prominentes y vocalizaciones guturales, la creciente evidencia desafía esta imagen simplista que los presenta como menos evolucionados que los humanos modernos.
Después de dos décadas de excavaciones minuciosas en la Gruta da Oliveira, un equipo de investigadores liderado por el reconocido arqueólogo Diego Angelucci de la Universidad de Trento ha revelado una fascinante historia de la antigua ocupación de la cueva. Se ha descubierto que los neandertales coexistieron con una variedad de criaturas, incluyendo lobos, leones, osos pardos y linces, durante un período que abarca desde hace 93,000 a 71,000 años.
En esta cueva, los neandertales dependían en gran medida del uso de fuego controlado para cocinar carne, como cabras, ciervos y caballos. Esta práctica, que ha sido una parte central de su vida diaria durante al menos un cuarto de millón de años, les proporcionaba alimento y protección.
Aunque los neandertales se separaron de nuestro ancestro común hace más de 800,000 años, mucho antes de la aparición de los humanos modernos, su descubrimiento en 1864 marcó un hito en la ciencia al revelar la existencia de diversas especies humanas. El geólogo angloirlandés William King, al analizar sus características anatómicas únicas, sostuvo que constituían una especie separada con una postura erguida similar a la de los humanos, aunque con un físico más robusto y encorvado. Sin embargo, durante la época victoriana, prevaleció la opinión de que estos seres eran intelectualmente inferiores a los humanos modernos.
Con el tiempo, la acumulación de descubrimientos y el refinamiento de las herramientas analíticas han transformado nuestra percepción de los neandertales. La imagen obsoleta de seres primitivos encorvados y gruñendo ha sido reemplazada por una visión más completa de nuestros parientes prehistóricos, que deliberadamente enterraban a sus muertos, creaban joyas e incluso podrían haber participado en expresiones artísticas. La evidencia de su habilidad para usar el fuego con precisión en su tecnología refuerza la idea de que la cultura neandertal era compleja y compartía sorprendentes similitudes con la humana.
Estudios genéticos recientes han descubierto un patrón repetido de mestizaje entre los neandertales y nuestros antepasados, lo que plantea interrogantes sobre su clasificación como especie separada. A pesar de su complejidad, la taxonomía sigue siendo una parte esencial para desentrañar la narrativa de la línea de tiempo evolutiva, y es probable que la clasificación persista dada su importancia en nuestra comprensión histórica de la biología.