Arqueólogos chilenos revelan contacto ancestral entre la Isla de Pascua y América del Sur

Un fascinante descubrimiento arqueológico arroja nueva luz sobre las conexiones ancestrales entre la remota Isla de Pascua y los pueblos de América del Sur. Un grupo de arqueólogos chilenos, en un artículo recientemente publicado en la revista PLOS One, sugiere que los primeros pobladores de esta enigmática isla mantenían contactos regulares con las comunidades del continente sudamericano hace más de 1.000 años.

La hipótesis se formuló tras el hallazgo de restos de comida adheridos a artefactos de obsidiana, un mineral utilizado ancestralmente para la fabricación de utensilios. Estos artefactos fueron encontrados bajo el Ahu Nau Nau, una de las plataformas ceremoniales ubicadas en el sitio arqueológico de Anakena, conocido por ser el asentamiento más antiguo en el Parque Nacional Rapa Nui de la Isla de Pascua, Chile.

Según investigaciones previas, Anakena estuvo habitada aproximadamente entre los años 1.000 y 1.300 después de Cristo. El nuevo estudio revela que el análisis del material vegetal encontrado en 20 herramientas de obsidiana reveló la presencia de 46 granos de almidón, clasificando 21 de ellos.

Estos granos pertenecían a ocho especies vegetales, entre las que destacan el árbol del pan, la yuca, la malanga, el ñame morado, la batata, la manzana de Tahití, la achira y el jengibre. Sorprendentemente, las semillas de manzana de Tahití y árbol del pan no crecen naturalmente en la Isla de Pascua. Además, la presencia de jengibre, una planta no vista en partes lejanas de Oceanía, añade un nuevo misterio a la investigación.

Se destacó que especies como la achira, la batata y la yuca, ricas en almidón, son originarias de América del Sur. Los restos de camote, encontrados en las capas más profundas de Anakena, sugieren que esta especie fue introducida en la isla durante los primeros años de asentamiento.

La arqueóloga Andrea Seelenfreund de la Universidad de Chile, señaló que estos hallazgos indican que los pobladores de Anakena viajaron a la costa sudamericana y mantuvieron contacto con comunidades locales. Posteriormente, regresaron a las islas del Pacífico con cultivos americanos, que se integraron con los cultivos tradicionales de la región.

El estudio resalta la habilidad de los antiguos polinesios en la navegación oceánica de larga distancia y ofrece una nueva perspectiva sobre las complejas interacciones culturales y comerciales en el océano Pacífico. Este descubrimiento no solo enriquece nuestro entendimiento del pasado de la Isla de Pascua, sino que también destaca la importancia de la investigación arqueológica para revelar los lazos perdidos entre las civilizaciones antiguas.

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